CUENTOS DE NAVIDAD

UNA NAVIDAD INESPERADA

Alicia y Andrés se levantaron muy temprano la mañana del día 25. Era Navidad y estaban impacientes por ver que regalos habría bajo el árbol del salón. Bajaron las escaleras corriendo, en pijama y zapatillas; sus padres aún dormían, no querían despertarlos tan pronto.
Cuando llegaron al salón, los dos quedaron completamente estupefactos: lo que vieron no era precisamente lo que esperaban para esa mañana de Navidad.

¿Cómo seguimos este cuento?

¡No había regalos! Los niños se pusieron muy tristes pero... ¡Había una carta con un secreto!
- ¡Una carta! - Gritaron a coro los dos chicos.
En la carta ponía: “ Fuera os espera una sorpresa”.
Alicia y Andrés hicieron caso a la carta. Fuera había una puerta secreta. La cruzaron y... ¡ Llegaron al país de la Navidad! Los niños quedaron estupefactos.
Pero todo era un sueño. Se despertaron y esta vez sí, había regalos. Y a ellos les esperaba una Feliz Navidad.
Darío y Brais L.

Allí encontraron a Papa Noel dejando los regalos. Los niños estaban sorprendidos y empezaron a gritar. De pronto escucharon algo en la chimenea. Subieron las escaleras y encontraron un trineo, se montaron, tiraron de una cuerda y los renos empezaron a volar.
Alicia y Andrés tenìan miedo, estaban en el Polo Norte. De repente se paró el trineo y se desmontaron. Mientras tanto, en la casa, Papa Noel subió las escaleras y no vio su trineo. Menos mal que tenía poderes mágicos, así pudo llegar al Polo Norte. Recogió a los niños y los llevó a su casa donde estaban sus padres, junto al árbol con un montón de regalos.

Gabriela y Andrea

Estaban todos los regalos rotos. De repente, un pequeño duende salió de detrás de un regalo. Y les dijo:
- ¿Quiénes sois ? ¿Dónde estóy ?¿Qué hago en este lugar tan extraño ?
- Somos Alicia y Andrés. Esta es nuestra casa, y hoy es Navidad. Pero... lo qué haces aquí no te podemos contestar. ¿Y tú quién eres ?
El contestó:
- Me llamo Ragnar el gracioso .
- ¿Qué has hecho con nuestros regalos ?
- Nada
- ¿Seguro ?
Es que yo ayudo a Papá Noel.
Fueron al Polo Norte, encontraron a Papa Noel y les dio sus regalos.
Volvieron a su casa felices.
Isaac y Andrés

Pero allí no había regalos. Buscaron por toda la casa. Entonces fueron a la habitación de sus padres y había una montaña de regalos. Buscaron los regalos para ellos.
- ¡No encuentro los regalos! - dijo Alicia- ¿Vamos al salón?
- Sí- dice Andrés.- ¡Venga!
Fueron detrás del árbol y ...¡Bum!
-¡Mamá, papá¡ ¿Qué hacéis aqui?
- Tomad vuestros regalos - dijeron sus padres.
- ¡Bieeen! ¡Gracias!
- No queríamos que los encontrarais.
- ¿Por qué? - preguntaron los dos niños.
- Porque hay un regalo que es … ¡Unas entradas para Euro-Disney!
Alicia y Andrés saltaron de alegría y les dieron muchos besos a sus padres.
Ainoa y Paola

- ¡No hay regalos!
- ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estan los regalos?
-¿Será que no le dio tiempo a papa Noel de hacer los regalos?
- Eso es una bobada, Andrés.
Los padres habían escondido los regalos en un armario mágico. Los dos niños se pusieron a buscar y buscar y encontraron el armario. Entraron en él y aparecieron en un bosque encantado. Vieron los regalos, los cogieron y regresaron a casa. Sus padres se despertaron y abrieron felices los regalos.

David e Iván P.

- ¡No hay regalos , Andrés!
- Lo sé, Alicia. Pero ... ¿En dónde están?
Y buscaron por toda la casa pero... no encontraron ningún regalo.
- ¿Pero dónde estarán?
- No sé, Alicia.
Los padres despertaron y se quedaron con la boca abierta. Y dijo el padre:
- Vamos al aeropuerto.
-¿A dónde? - preguntó la madre.
- Al Polo Norte, claro.
- ¿Estás loco?
-¿Loco? ¿Por qué?
- ¡Hay 8 grados bajo cero!
- Da igual. Yo quiero que mis hijos tengan regalos.
Llegaron al Polo Norte y encontraron la casa de Papá Noel. Y le dijeron:
-¡Mis hijos no tienen regalos!
Y volvieron a casa y había 5 regalos. ¡BIEEEN!
Julio y Dani

¡Había mogollón de regalos! Empezaron a leer los nombres y se llevaron un susto.
- ¡Todos los regalos son para papá y mamá!- dijo Alicia
- ¡Estoy muy triste!- lloromiqueó Andrès
- ¿Qué te ocurre, Andrés?
- No hay regalos para nosotros, Alicia, solo para nuestros padres.
- Vamos al cuarto de papá y mamá.
- ¡Papá, no hay regalos para nosotros!, ¡solo para vosotros!
- Vamos abajo a ver - dijo papá.
- Mirad, chicos. Venid aquí - dijo mamá.
- ¿Qué pasa?- preguntó Andrés.
- Eso, ¿qué pasa? - dijo Alicia.
- Hay muchos regalos y son para vosotros- contestó mamá.
-¡Qué bien! - exclamó Andrés.
Valeria y Ángela